Siempre en marcha Una experiencia de aprendizaje

¡Siempre en marcha! Una experiencia de aprendizaje

Mi experiencia de viajar a España fue realmente maravillosa, no imaginaba lo que me encontraría allá, un país que avanza en cuestiones metodológicas, que apunta hacia los desafíos del siglo XXI.

Mi primera parada fue conocer el Colegio Calderón de la Barca en Leganés, un colegio impregnado de múltiples culturas, había niños de 60 países distintos y lo que pude ver es esa capacidad de aceptar las diferencias, de reconocernos como ciudadanos del mundo, con distintas maneras de ver y vivir el mundo, pero capaces de entender, de comprender, de aprender de los otros. Me apropie de ello, de saber que como escuela vamos en el camino, que los intercambios y avances que hemos tenido han sido valiosos que no cualquier escuela se atreve, avanza y traspasa fronteras como lo ha hecho Monarca. 

El colegio Tomás Bretón en Madrid me dio la posibilidad de estrechar lazos importantes, de establecer comunicación e intercambio entre nuestros niños mexicanos con los niños españoles. Reconocí la funcionalidad de espacios, el rol de un maestro que animan, que propone, que prueba distintas maneras de enseñar, vi de manera directa niños autónomos, capaces de reconocer sus propios procesos de aprendizaje, vi organización.

Continuó mi viaje rumbo a Barcelona, donde visité el Colegio San Gabriel, un colegio concertado, distinto, trilingüe, donde los niños hablan inglés, catalán y español.   Un colegio que propicia día a día desde los más pequeños la capacidad de trabajar de manera cooperativa, aulas con 60 alumnos trabajando al mismo tiempo, una organización y trabajo colegiado. De ahí lo que reconozco valioso es la capacidad del equipo docente, la puesta en marcha, la convicción de que el trabajo debe estar encaminado hacia los procesos , vi un trabajo centrado en el alumno.  Un colegio donde no existen las tareas en casa, un colegio que reconoce que los procesos académicos son competencia de la escuela y que el rol de la familia es apoyar y colaborar en ello.  

Colegio Montserrat Barcelona sin duda fue una experiencia que como docente me abrió muchas posibilidades del cambio, de ideas por compartir, de reconocer también que Monarca está en el camino de ser competitivo a nivel mundial, un colegio en vanguardia en constante innovación en los ámbitos de la neurociencia, de la psicología y de la sicología. Trabajo por proyectos, ajedrez en el aula, inteligencias múltiples, trabajo cooperativo, flexibilidad de espacios son las bases que hacen de este colegio muy especial.

Casa de Belvis en Extremadura, un colegio pequeño situado en una comunidad rural me permitió ver la posibilidad del trabajo en pequeños grupos, de entender que el aprendizaje de manera integrada, con niños de distintas edades favorece el aprendizaje de manera sorprendente.

Si pudiera resumir cual fue mi mayor aprendizaje durante este viaje sería saber que Monarca avanza a pasos firmes, que los cambios son necesarios, que el abrir los espacios de aprendizaje serán fundamentales, que el trabajo por proyectos debe ser nuestra prioridad, ajedrez en el aula y robótica como área curricular. Sé que el camino aún no termina, pero me quedo con saber que nuestro rol como maestro  es distinto, que cada puerta, cada espacio, cada muro es una posibilidad de aprendizaje.

La transformación siempre será necesaria y Monarca vista a los ojos de escuelas en Inglaterra y en este caso España está a la par de ser y seguir convirtiéndose en una escuela del siglo XXI.

Sin duda llegaran nuevas ideas, nuevas propuestas para el próximo ciclo y de lo que estoy segura es que serán propuestas que favorezcan el trabajo cooperativo, el entender que nuestros niños necesitan un camino distinto, me encontre en España con lo que estoy convencida, un colegio es un espacio lleno de posibilidades de aprender donde no hay cabida para sistemas que no permiten la movilidad, la flexibilidad, el diseño y gestión de ambientes de aprendizaje.